¿Qué mantenimiento tiene el hormigón impreso?

El mantenimiento del hormigón impreso es sencillo pero necesario para que se mantenga en buen estado con el paso del tiempo. Este tipo de pavimento, aunque es muy resistente, necesita cuidados básicos como la limpieza regular, la reaplicación del sellador cada cierto tiempo y pequeñas reparaciones si aparecen fisuras o desgastes. Con un mantenimiento adecuado, el hormigón impreso conserva su aspecto original y su durabilidad durante muchos años.

Limpieza periódica

El hormigón impreso necesita una limpieza regular para mantenerse en buen estado. No hace falta limpiarlo todos los días, pero sí es recomendable hacerlo cada cierto tiempo, según el uso y la suciedad acumulada.

Lo más sencillo es barrer la superficie para quitar hojas, polvo o tierra. De vez en cuando, puedes usar una manguera con agua a presión para limpiar más a fondo. Si hay manchas, puedes aplicar un jabón neutro o un detergente suave, frotando con un cepillo.

Evita usar productos químicos fuertes o herramientas muy agresivas, porque pueden dañar el color y el sellador del hormigón. Con una limpieza periódica y cuidadosa, el suelo mantiene su aspecto bonito por mucho más tiempo.

Reaplicación del sellador

El sellador es una capa protectora que se aplica sobre el hormigón impreso para cuidar el color, dar brillo y proteger la superficie del desgaste, la humedad y las manchas.

Con el tiempo, esta capa se va desgastando por el uso, la lluvia, el sol o el paso de vehículos. Por eso, es importante reaplicarla cada 2 o 3 años, según el clima y el uso que tenga la zona.

Volver a aplicar el sellador es un trabajo rápido y sencillo si se hace a tiempo. Solo hay que limpiar bien la superficie, dejarla secar y aplicar el nuevo sellador con rodillo o pulverizador.

Si no se reaplica, el hormigón pierde brillo, se vuelve más poroso y puede empezar a deteriorarse más rápido. Un buen sellador alarga la vida del suelo y lo mantiene como nuevo.

Qué mantenimiento tiene el hormigón impreso
Qué mantenimiento tiene el hormigón impreso

Reparación de fisuras y daños menores

Con el paso del tiempo, el hormigón impreso puede tener pequeñas fisuras o zonas desgastadas, sobre todo si ha soportado mucho peso o cambios bruscos de temperatura.

Lo importante es revisar la superficie de vez en cuando. Si ves una grieta fina o una parte que ha perdido color o forma, se puede reparar fácilmente sin tener que cambiar todo el suelo.

Para las fisuras pequeñas, existen masillas especiales que se aplican directamente sobre la grieta. Si el problema es solo estético, a veces basta con limpiar bien y aplicar un poco de color y sellador en la zona afectada.

Cuanto antes se repare un daño, mejor. Así se evita que el problema crezca y se mantiene el suelo en buen estado por más tiempo.

Protección contra manchas y agentes agresivos

El hormigón impreso es resistente, pero no es indestructible. Algunas sustancias como el aceite, la gasolina, los productos químicos fuertes o incluso ciertas bebidas pueden manchar o dañar la superficie si no se limpian a tiempo.

Por eso, es importante tener cuidado con lo que cae sobre el suelo. Si se derrama algo, lo mejor es limpiarlo lo antes posible con agua y un jabón suave. No hay que dejar que las manchas se queden mucho tiempo, porque pueden ser más difíciles de quitar después.

También conviene evitar el uso de productos agresivos como ácidos o disolventes fuertes. Estos pueden dañar el color o el sellador del hormigón. Lo ideal es usar productos de limpieza suaves y específicos para este tipo de superficies.

Con un poco de atención, es fácil mantener el hormigón limpio y bonito durante años.

Cuidados según el clima

El clima influye mucho en el estado del hormigón impreso. En zonas frías, con heladas o nieve, es importante no usar sal para derretir el hielo, porque puede dañar la superficie. En su lugar, se pueden usar productos especiales que no afecten al material.

En lugares muy calurosos, el sol puede hacer que el color se desgaste más rápido. Para proteger el suelo, es útil reaplicar el sellador con más frecuencia y evitar que se seque demasiado.

Si llueve mucho, es importante que el agua drene bien y no se acumule en ciertas zonas. El agua estancada puede debilitar el sellador con el tiempo.

Adaptar el mantenimiento al clima de tu zona ayuda a que el hormigón impreso dure más y se vea siempre en buen estado.

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