El grosor mínimo del hormigón impreso depende del uso que se le dé. Para zonas peatonales, se recomienda al menos 10 cm, mientras que en superficies con tráfico de vehículos, el mínimo debe ser de 15 cm.
Importancia del grosor en el hormigón impreso
El grosor del hormigón impreso determina su resistencia. Si es muy fino, el pavimento se agrieta o se rompe con facilidad, sobre todo si soporta peso.
Un espesor adecuado asegura que el suelo aguante bien el uso diario, el paso del tiempo y las condiciones climáticas. Por eso, siempre se debe elegir el grosor en función del uso previsto: no es lo mismo una terraza peatonal que una entrada de coches.

Grosor mínimo recomendado para zonas peatonales
Para zonas solo peatonales, como aceras o terrazas, el grosor mínimo del hormigón impreso debe ser de 10 centímetros. Esta medida garantiza un pavimento estable, que no se agrieta ni se deteriora con el tiempo.
Aunque no haya tráfico de vehículos, el suelo necesita resistencia frente al uso diario y a los cambios de clima. Menos de 10 cm supone un riesgo de fisuras y reparaciones futuras.
Grosor mínimo para zonas con tráfico de vehículos
Cuando el hormigón impreso se aplica en zonas donde van a circular coches, como entradas de garaje o caminos de acceso, se necesita más grosor. En estos casos, lo recomendable es un mínimo de 15 centímetros.
Este espesor permite que el pavimento soporte sin problemas el peso de los vehículos y evite hundimientos o roturas con el tiempo. Usar un grosor menor en este tipo de superficies es un error común que puede generar daños graves y costosos.
Para un resultado duradero y seguro, es fundamental adaptar el grosor al tipo de uso. En zonas con tráfico rodado, 15 cm es el estándar mínimo que garantiza resistencia.
Soluciones para espacios con limitaciones de altura
En algunos proyectos, no siempre es posible aplicar 10 o 15 centímetros de hormigón impreso, sobre todo en reformas donde hay limitaciones de altura o desniveles ya existentes. En estos casos, existe una alternativa: el uso de morteros especiales de bajo espesor.
Estos productos permiten aplicar hormigón impreso decorativo en capas más finas, entre 1,5 y 3 centímetros, manteniendo una buena resistencia para zonas peatonales. No son adecuados para tráfico de vehículos, pero funcionan bien en patios, terrazas o zonas comunes donde solo se camina.
Son una solución práctica cuando no se puede excavar o elevar el nivel del suelo, siempre que se aplique sobre una base firme y bien preparada.
