El hormigón es un material muy utilizado tanto en exteriores como en interiores. Existen distintos tipos de acabados, y dos de los más comunes son el hormigón impreso y el hormigón pulido.
Ambos se aplican sobre una base de cemento, pero tienen características, procesos de ejecución y usos diferentes. Conocer bien estas diferencias permite elegir la solución más adecuada según el tipo de superficie que se quiere crear.
¿Qué es el hormigón impreso?
El hormigón impreso es un tipo de pavimento decorativo que se trabaja cuando el hormigón aún está fresco. Se aplican moldes sobre la superficie para crear texturas que imitan materiales como la piedra, el ladrillo o la madera. También se añaden pigmentos para darle color y un acabado más natural.
Es una opción muy común para exteriores, ya que combina resistencia con un buen aspecto visual. Se utiliza en zonas donde se busca un pavimento duradero pero también decorativo.
Ventajas del hormigón impreso
- Variedad de diseños y colores: se pueden crear muchos estilos diferentes, adaptados al gusto del cliente.
- Buena resistencia al clima y al uso: soporta bien la lluvia, el sol y el paso de vehículos o personas.
- Mantenimiento sencillo: solo necesita limpieza ocasional y, cada cierto tiempo, aplicar una capa de sellador.
- Acabado antideslizante: ideal para zonas exteriores donde la seguridad es importante.
Usos comunes del hormigón impreso
- Aceras y caminos en jardines: aporta un toque decorativo sin perder funcionalidad.
- Terrazas y patios: combina estética con resistencia para zonas de uso frecuente.
- Entradas de vehículos: soporta el peso y no se daña fácilmente.
- Zonas públicas o comerciales: es duradero y mejora el aspecto de espacios exteriores.

¿Qué es el hormigón pulido?
El hormigón pulido es un tipo de pavimento que se obtiene al alisar y pulir la superficie del hormigón con máquinas especiales. Una vez que el hormigón está seco, se pasa una pulidora para dejarlo liso y brillante. Se puede mantener el color natural o aplicar pigmentos para darle un aspecto distinto.
Es muy utilizado en interiores, aunque también puede usarse en exteriores cubiertos, sobre todo en lugares donde se necesita una superficie fuerte, limpia y moderna.
Ventajas del hormigón pulido
- Superficie lisa y brillante: ofrece un acabado elegante y moderno, ideal para espacios interiores.
- Fácil de limpiar: al no tener juntas ni texturas, el polvo y la suciedad no se acumulan fácilmente.
- Alta resistencia al desgaste: soporta muy bien el paso constante de personas o maquinaria.
- Buena relación entre coste y durabilidad: es una solución económica a largo plazo, con poco mantenimiento.
Usos comunes del hormigón pulido
- Naves industriales y almacenes: permite un uso intensivo sin deteriorarse.
- Garajes y aparcamientos: resiste el peso de los vehículos y se limpia con facilidad.
- Tiendas y supermercados: aporta un aspecto limpio y profesional.
- Interiores de viviendas modernas: combina bien con estilos minimalistas y contemporáneos.

¿Cuál es la diferencia entre el hormigón impreso y el hormigón pulido?
Aunque los dos se basan en cemento, tienen usos, acabados y propiedades muy distintas. Conocer estas diferencias es clave para elegir el tipo de pavimento adecuado según el lugar donde se va a aplicar.
Acabado y estética
- Hormigón impreso: tiene un acabado decorativo, con moldes que imitan piedra, ladrillo o madera. Se puede personalizar con colores. Es ideal para espacios exteriores donde se busca un diseño atractivo.
- Hormigón pulido: tiene una superficie lisa, brillante y uniforme, sin texturas. Su estilo es moderno y limpio, más técnico. Se usa sobre todo en zonas industriales.
Resistencia y durabilidad
- Hormigón impreso: muy resistente a la intemperie y al tráfico, incluso de vehículos. Es una buena opción para exteriores residenciales y comerciales.
- Hormigón pulido: muy resistente al desgaste por uso continuo. Es perfecto para almacenes, fábricas y otras zonas industriales.
Mantenimiento
- Hormigón impreso: fácil de mantener, aunque cada cierto tiempo necesita aplicar un sellador para proteger el color y el dibujo.
- Hormigón pulido: apenas necesita mantenimiento. Solo limpieza regular, gracias a su superficie lisa.
Tiempo de ejecución
- Hormigón impreso: se trabaja mientras el hormigón está fresco. El proceso es más manual y decorativo.
- Hormigón pulido: se realiza una vez que el hormigón ya está seco, usando maquinaria para pulir la superficie.
Precio
- Hormigón impreso: tiene un coste medio, que varía según el diseño elegido y la superficie.
- Hormigón pulido: suele ser más económico en grandes superficies industriales, aunque el acabado también influye en el precio.
Uso principal según el tipo de espacio
- Hormigón impreso: más utilizado en zonas residenciales y comerciales, como patios, aceras, terrazas o entradas.
- Hormigón pulido: más común en zonas industriales, como naves, fábricas, almacenes o garajes amplios.

¿Cuál elegir según el tipo de proyecto?
Elegir entre hormigón impreso y hormigón pulido depende del lugar donde se va a aplicar y de lo que necesitas en ese espacio.
Para exteriores de casas o negocios
El hormigón impreso es la mejor opción. Es resistente al clima, no resbala y se ve bien. Puedes elegir el diseño y el color que más te guste. Se usa mucho en terrazas, patios, caminos, entradas de coches o zonas peatonales. Es ideal si quieres un suelo fuerte pero también bonito.
Para interiores grandes o zonas de trabajo
El hormigón pulido es más adecuado. Tiene una superficie lisa, resiste el uso diario y es fácil de limpiar. Por eso se usa mucho en naves, almacenes, garajes o fábricas. También va bien en locales comerciales o casas con un estilo moderno.
